jueves, 14 de diciembre de 2017

UNA ESTRELLA LLEVA SU NOMBRE

Una noche oscura y estrellada, no es una noche cualquiera es la madrugada de mi día favorito y como es costumbre cuando contemplo el firmamento con las visibles estrellas brillantes y resplandecientes, casi por inercia las voy uniendo y formo su nombre, tantas estrellas y tan lejanas como años luz nos separan.
Las estrellas también lo saben, ya conocen mi historia; me han visto cada noche contemplar el cielo, y hablar con la luna, hablarle de usted, decirle que si usted también la mira que le recuerde que está conmigo siempre, en mis pensamientos, en mis oraciones, en mis sueños, en mi despertad, en cada suspiro y en cada latido de mi corazón.
Las estrellas fugaces siempre lucen hermosas, cada año el cielo me las regala y la noche se torna mágica. El rastro que dejó una de ellas lleva su nombre, lo llevará por la eternidad así como eterno sera mi amor.
Siempre que aparece en el firmamento le pregunto a esa estrella fugaz si sabe algo de usted y de alguna manera, siempre, pero siempre me responde. No hay duda que ellas van cargadas de magia.

Por: Lorena Mejía

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