lunes, 11 de julio de 2016

FINGIR SENTIMIENTOS

Los sentimientos forman parte de nuestra propia esencia, surgen de una forma natural entre dos personas ya sea en el contexto del amor, la amistad y la familia. El ser humano tiene tal complejidad que como ser inteligente, también puede fingir un sentimiento como si fuese el mejor actor. Sí se puede fingir un interés artificial por otra persona pero la situación es insostenible eternamente, tarde o temprano la cuerda se rompe. Porque quien recibe ese falso cariño se da cuenta de las cosas o porque el estafador ya no soporta la idea de vivir en una mentira.

¿Cuándo se puede fingir un sentimiento?

Se suele fingir un sentimiento cuando una persona empieza a tener dudas en su mente sobre el futuro de una relación pero quiere darse un tiempo a sí misma para saber la verdad de sus sentimientos. En realidad, no está fingiendo con malicia pero es consciente de que las cosas no están del todo bien y no se lo comunica al otro.

Los sentimientos tampoco son sanos en una relación por interés en donde lo que se valora de la otra persona no es ella misma sino su posición económica o su estatus social. Las personas no son un medio sino un fin en sí mismo.

Quienes han tenido una doble vida durante un tiempo han fingido sentimientos al tener que jugar con dos historias en un mismo periodo con la tensión interna que produce la mentira.

En otros casos, existen personas que piensan que están ante su último tren y a pesar de no estar enamoradas se engañan a sí mismas por miedo a la soledad y a que no llegue otra oportunidad

La sinceridad es la base del amor

La sinceridad es la base del amor. Y esta sinceridad tiene un doble filo: es muy bonito escuchar mensajes de afecto en una etapa de romanticismo pero es muy incómodo cortar una relación cuando ya no sientes lo mismo. Así son las reglas del juego del amor.

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