jueves, 19 de mayo de 2016

PARA TI, CUANDO LLEGUES...

Sólo espero que nos encontremos en el momento justo, ni antes ni después.

Tal vez nos conocemos, tal vez tuvimos un romance cuando éramos inmaduros, tal vez hayamos cruzado palabras o miradas alguna vez o a lo mejor jamás nos hemos visto, pero quien quiera que seas, esto es para ti. Espero que todo vaya bien contigo ahora, más que eso, que seas feliz y te estés realizando, que sonrías mucho; que tu vida sea plena y la disfrutes tanto que no tengas prisa por llegar, tárdate lo necesario, que ahora yo estoy disfrutando estar sin ti, porque estoy más que nunca conmigo. Sólo espero que coincidamos en el momento justo, ni antes ni después.

Quiero que seas ese chico que no necesite para nada pero quiera para todo, y quiero ser esa para ti, por la que hagas cosas que nunca pensaste, a la que extrañes, y que cada día agradezca tenerte en mi vida. Quiero llenarte de sorpresas e idear mil formas de hacerte sonreír. Me encantaría que compartas conmigo tus sueños, lo que más te gusta, esas tonterías que disfrutas, aquello que te da miedo, tus historias de niño, las cicatrices del pasado, los planes del futuro e incluso eso que no le dices a nadie más, quiero madrugadas de pláticas interminables, sábados de fiesta y domingos de flojera.

Quiero poder darte lo más grande que una persona da a otra, mi confianza, mi respeto y mi corazón, quiero poder ser yo contigo y que seas la versión más real de ti conmigo, que nos conozcamos más allá de lo que todos ven, poder contarte esas historias extrañas que a veces me pasan, abrazarte cuando todo va mal, cuando va bien y en realidad solo abrazarte siempre; quiero dormir con tus sudaderas y que mi ropa quede oliendo a tu perfume; que disfrutemos tanto salir como sólo recostarnos a ver películas, que conozcas a mi familia y mis amigos y seas parte de mi mundo.

Sobre todo, quiero que tengas tu tiempo y yo el mío, que sigamos teniendo cada uno nuestro mundo, nuestra vida y de vez en cuando invitemos al otro a pasar, a ser parte de, que esté bien no hablar siempre, y que nos sigamos queriendo igual, sin celos, sin posesiones, con libertad…porque los dos entendemos que no somos la mitad de otro, sino que estamos tan completos que se siente bien compartirlo.

Que el día que llegues, nuestros fantasmas estén tan en paz, que lo único que me importe de tu pasado sea que formó parte de quien eres hoy, que incluso agradezca a quienes estuvieron antes de mí, por haber estado en tu historia y por haberse ido de ella.

Para ti, cuando llegues, quiero que seas mi pareja, mi mejor amigo, mi confidente, mi compañero de aventuras; ese chico que me haga pensar que sí hay en un algún lado una persona perfectamente imperfecta para cada uno de nosotros, que tú eres la mía.

Artículo por: Sofía Hernández

No hay comentarios:

Publicar un comentario