miércoles, 2 de septiembre de 2015

EL SUSPIRO DEL CORAZÓN

Tenía ratos de no sentarme a escribir directamente desde mi computador, pero de la nada recordé las palabras que un señor me dijo ayer y que quedaron en mi mente, la conversación comenzó así:
El día de ayer por la tarde como de costumbre me quedé esperando a mis compañeros después del trabajo en la recepción, ésta vez estaba otro vigilante en el área de recepción, luego de aproximadamente diez minutos de espera me dice: ya esperó bastante, y le respondí: si, pero me falta aún esperar otros 10 minutos más. Me mirÓ y sonrió.
Después me dice: Cómo se llama usted?
y le digo: Lorena
Sólo ví que se le salió un suspiro, sonrió y dijo casi que para si mismo ahhh que nombre más bonito y me trae recuerdos bonitos.
Y quién me conoce sabe lo curiosa que soy y le pregunto: Su hija se llama así?
Él responde: No, no es mi hija. Mi primera novia se llama Lorena y aún somos muy buenos amigos.
Interesada en la plática le pregunto: awww que bonito que aún son amigos, pues es raro quedar de amigos con antiguos amores y de nuevo dije: awww que bonito.
Él de inmediato me dice: Si pero todo depende de la madurez y la honestidad de las personas.
Esas fueron las palabras que se quedaron en mi mente, y es que cuanta verdad hay en ellas, si sólo las personas fuéramos honestas, honestas para admitir que nos equivocamos, que herimos y dañamos a otros por falta de honestidad!
También es cierto, cómo pueden volverse extraños dos personas que en un determinado momento compartieron alegrías y tristezas, te vió llorar y en instantes cambiarte el ánimo, cuando los dos compartían momentos juntos, secretos y momentos que no deseábamos terminaran. Por qué se debe terminar como desconocidos?
Luego él continuó con unas anécdotas de sus siguientes novias y me dice: Sabe lo bonito de esos momentos, es que se deben recordar y agradecer a esas personas que en su momento nos hicieron felices.
Y le respondí: awww así es, eso es lo bonito, tener las mejores recuerdos de esas personas y sonreí, de esas sonrisas que vienen del corazón.
y el señor también sonrió, y en ese momento llegó su relevo, y se despidió diciendo: Un gusto señorita Lorena. y yo por dentro agradecida por dejar algo grabado en mi memoria y éstas palabras..."Todo depende de la honestidad de las personas".
Y es que me sentí identificada cuando él suspiró, pues es bonito sonreír y que se te escape un suspiro cuando recuerdas a una persona especial de tu vida, y lo es más aún cuando no importa si esa persona se terminó marchando o si de manera inconciente te lastimó; lo bonito es que puedes decir cuando escuchas su nombre que fué una persona importante en tu vida y mejor aún sonreír porque aún se conservan las mejores memorias y ese lugar en el corazón.
 Y yo estoy en ese camino, suspiro y sonrío cuando escucho su nombre. 



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